Los Cuadernos Madre
Le regalaste a Madre dos cuadernos para que narrara su infancia. Escribió durante varios meses, perforándose las entrañas. –Hay días que acabo llorando, que paro la escritura para no seguir llorando- Prometió entregarte esos cuadernos. Nunca hubo mucha redondez en la vida de Madre. En esos días Madre hacía balances, la economía se truncaba, la salud menguaba, la cotidianidad daba bruscos giros, afloraba la edad provecta. Pensaste que escribir le haría bien. Luego vino aquello de que ya te los daría, de que había que retocarlos. No tenías prisa. Te asustaban los Cuadernos de Madre. Allí había un dolor tuyo del que todo desconocías. El abuelo murió por una tuberculosis contraída en un campo de refugiados francés (de eso si que hablaban los cuadernos, lo sabías). La abuela enloqueció y desapareció. La creyeron muerta, pero fundó otra familia en el sur. Mamá vivió más de diez años en un orfanato llevado por lóbregas monjas. Te pesan esos Cuadernos. Un día vas y le pides a Madre que te deje...